martes, 28 de abril de 2015

LA HORA DEL CUENTO: LECTURA "TODOS SOIS MIS FAVORITOS "




JUSTIFICACIÓN DEL TEMA Y LA EDAD DEL RECEPTOR

A la hora de elegir la estrategia he escogido la lectura, pues a decir verdad, no lo tenía preparado y mi compañera María Martínez había elegido narración, y Elisa Scapin la de cuentacuentos, por tanto era la estrategia que quedaba pendiente.

El libro que he escogido se titula “Todos sois mis favoritos”, cuyo tema principal se basa en el vínculo afectivo entre padres e hijos, del cual subyacen otros igual de importantes, como la aparición de los celos infantiles, la formación de la identidad personal que nos hace únicos, así como la necesidad de los niños de sentirse queridos constantemente.

En este sentido, una de las primeras experiencias que puede llevar a un humano a sentir celos es la llegada de un hermano.
Teniendo en cuenta el momento evolutivo del niño, los celos son comunes cuando el nacimiento del hermano se produce entre los 2 años hasta los 5 o 6 aproximadamente. Cuando la llegada del hermano se produce durante la fase de apego del niño a la madre, es probable que éste reaccione con un comportamiento celoso demandando más atención. Por esta razón la edad a la que he orientado mi lectura es de 2-3 años, pues al estar la fase de apego aún latente, hay mayor probabilidad de que surjan los celos infantiles, y creo que es un libro idóneo para abordar esa cuestión.

Si bien es cierto, que en la aparición de éstos también pueden influir otras causas, como son las características personales del niño, los estilos educativos de los padres así como el clima familiar, y los factores ambientales

Dependiendo de la personalidad del niño, su edad y sus circunstancias ambientales, las manifestaciones de sus celos variarán. En general, algunas de estas manifestaciones pueden ser dificultad para obedecer, negativismo, agresividad, cambios de humor, signos de infelicidad, regresiones de conductas e hitos ya superados, alteraciones del sueño y hábitos alimenticios, negar errores propios y culpabilizar a los demás…

Respecto a este tema, este libro me parece idóneo, pues a lo largo del cuento, el niño puede identificarse fácilmente con cualquiera de los tres ositos. Cada oso se compara con sus hermanos y se pregunta por qué le quieren sus padres si él no es el mayor, si no tiene manchas como los demás, etc. (“¿Cuál es vuestro osito favorito? “). Aquí es donde entra en juego el tema de la identidad personal y la diferencia. Cada osito es diferente, uno es el más pequeño, otro no tiene manchas… lo que provoca que los tres se sientan inseguros frente a sus hermanos.

 Los adultos resuelven las dudas de los ositos cuando explican a cada uno de ellos qué cualidades lo hacen único y especial (“eres el osito más maravilloso que nadie ha visto jamás”). Entonces, ningún osito tiene la necesidad de compararse con sus hermanos y los celos desaparecen.

Este libro trabaja los celos con un enfoque positivo, centrando la atención en la singularidad de cada niño (identidad personal) consiguiendo que no sientan la necesidad de compararse con los demás para valorarse, ya que les da herramientas para que encuentren en sí mismos las cualidades que los hacen únicos y especiales, transmitiéndoles el mensaje de aceptación y de estima del adulto al niño (sentirse queridos constantemente).





COMO LO HICE DELANTE DE MIS COMPAÑERAS Y MI AUTOEVALUCACIÓN

Realicé la actividad junto a dos compañeras más, Elisa Scapin que optó por la estrategia del cuentacuentos, y con María Martínez que hizo la narración.

Primeramente ojeé un poco el libro, pues no lo tenía preparado, y capté la idea global. 

Intenté dar una entonación lo más natural posible, que no resultara aburrida, ni que fuera sobreactuada, aunque la verdad, creo que en alguna ocasión hablé demasiado en interrogativo.

Según iba leyendo la historia, opté por no enseñar las ilustraciones a mis compañeras, y preferí dejarlo para cuando hubiera terminado. Creo que de esa manera el receptor va imaginando la historia haciendo uso de su propia creatividad de manera simultánea a la lectura.

En alguna ocasión me percaté de que iba demasiado deprisa, pero al ser la última en realizar la actividad estaba preocupada por si no me daba tiempo. Si realizara de nuevo la actividad intentaría realizar más pausas, y controlar la respiración.

Al finalizar la lectura mis compañeras me propusieron preguntas que podría hacer a los niños, tales como, ¿en casa hay algún osito favorito?
También me sugirieron que antes de comenzar con la lectura, debería haber hecho una pequeña introducción, tipo “os voy a contar la historia de los tres hermanos ositos...”, aunque de nuevo, creo que no la hice por culpa de las prisas.

Tengo que reconocer, que como no me había preparado con antelación la actividad, y por tanto no dominaba el texto, me resultó difícil poder dirigir de vez en cuando la mirada a mis compañeras. Esto creo que es fundamental, porque es una manera de conectar con el interlocutor, de hacerle partícipe del cuento; es fundamental  intercalar miradas para captar la atención del receptor.

 De hecho, creo que la mayoría de nosotras habíamos subestimado la importancia de trabajar previamente un cuento antes de hacerlo con los niños, y dábamos por hecho que leer un cuento era “coser y cantar”.  Esta actividad me ha servido para darme cuenta de que no se trata simplemente de leerles “cualquier cosa”, sino de hacerlo ofreciéndoles la calidad literaria (tanto en contenido como en la forma) que cualquier persona merece, y que desgraciadamente, por ser niños en muchas ocasiones obviamos, impidiéndoles el simple disfrute de una obra, sin más.           
 

COMO LO HARÍA DELANTE DE LOS NIÑOS

Primeramente seleccionaría un cuento adecuado para la edad, en este caso “todos sois mis favoritos” que lo utilizaría con niños de 2-3 años, pues aún están en la fase de apego, en la cual el niño es más susceptible de desarrollar celos infantiles, y lo leería previamente.

En esta lectura previa (y obviamente en la posterior), trabajaría la entonación, el ritmo, el volumen, la expresividad, el gesto, los movimientos corporales, las pausas, la vocalización adecuada,  pues es a través de esto como el niño lee la significación de la narración.

Además intentaría leer con normalidad, como si leyese a un adulto, sin exagerar las entonaciones ni abusar del tono interrogativo, pero sin resultar aburrida claro. Al fin y al cabo, se trata de ser naturales,  y no de realizar una sobreactuación.

Me aseguraría de crear un clima adecuado y de establecer comunicación con los pequeños. Para que ésta exista, es imprescindible crear una dinámica de interacción con ellos, pues es a través de ésta como les introducimos en la historia, mantenemos su atención, y comprobamos sus niveles de comprensión.

Una manera de interactuar sería dirigirme a los niños a medida que fuese leyendo y les lanzaría preguntas sobre el tema que estamos desarrollando (relación entre padres e hijos, identidad, celos), las acciones que realizan los protagonistas (¿qué hace el osito primero? ¿Qué le pasa al osito segundo?), el probable desenlace (¿qué le dirá mamá oso? ¿Será su osito favorito?) y el desenlace deseado (¿querrán a todos los ositos por igual?)

Otra forma que utilizaría para interactuar con los niños sería realizar preguntas finales en base a una comprensión global de la historia y sus elementos esenciales, sin pretender que memoricen detalles irrelevantes.

Y para terminar, intentaría no convertir la lectura del cuento en una ocasión para enseñarles, pues como hemos estudiado en el bloque, la literatura infantil debe ser disfrutada en sí misma.

BIBLIOGRAFÍA

Apuntes bloque 3





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