He seleccionado este libro, en primer lugar porque se trata
de un texto literario, que es lo que quiero trabajar con los niños, pues cumple
con las características que definen este tipo de textos:
-tiene un objetivo artístico.
-tiene una función predominantemente poética, con un
lenguaje simbólico.
-pertenece al género literario narrativo-poético
-es un texto de ficción.
Aparte de esto, otra de las cualidades que me han
interesado a la hora de seleccionarlo, ha sido la aparición de animales
personificados, en los que el niño puede identificarse, con la cebra
Camila, o identificar a otros, como a mamá cebra, con su propia mamá, o demás
animales con los demás niños que le rodean.
Me leí varios de libros propuestos, pero La cebra Camila me
encantó por su lenguaje poético, plagado de rimas.
Además, las ilustraciones me parecieron preciosas,
sencillas, pero cargadas de expresividad y sensibilidad.
La autora del libro es Marisa Núñez (Sarria, 1961), una
escritora que ha trabajado como maestra infantil. Como curiosidad
señalar que también publica con varios seudónimos como por ejemplo
Patacrúa o Luisa Morandeira, y que suele escribir versiones de cuentos
tradicionales publicados en formato de libro álbum aunque también tiene textos
propios, como es este libro.
Su ilustrador es Óscar Villán, (Ourense, 1972), licenciado
en Bellas Artes, con cuyo primer trabajo de ilustración para el
público infantil, titulado “El pequeño conejo blanco” recibió el Premio
Nacional de Ilustración 1999.
Este
libro lo usaría con niños de 4-5 años, pues se adapta perfectamente a la
realidad evolutiva en la que se encuentran a esa edad: etapa preoperacional
(Piaget); en la que a través del libro hacen uso del lenguaje simbólico,
identifican roles conocidos, reconocen sus necesidades de explorar, su
curiosidad, su autonomía, y sus emociones.
FICHA BIBLIOGRÁFICA
Título: La cebra Camila.
Autor: Marisa Núñez. (Sarria, 1961)
Ilustrador: Óscar Villán (Ourense, 1972)
Editorial: Kalandra
Colección: Libros para soñar.
Fecha 1ª edición: noviembre de 2003
Edad en la que me baso para realizar este
análisis: 4-5 años
ANÁLISIS DEL FORMATO
Análisis externo: Es
un libro de 32 páginas, impreso a todo color, y encuadernado en
cartoné, en cuya portada aparece el personaje principal, la cebra
Camila. Los colores de la portada, no son excesivamente estridentes, como si
ocurre por ejemplo en “Elmer, el elefante”, pero el hecho de
aparecer la cebrita ataviada con sus pantalones y sus tirantes creo que tiene
su punto divertido y atrayente para los niños.
Además el tamaño del libro, 22x22 cm, hace que sea
manejable para los niños de 4-5 años, sintiéndose cómodos mientras lo
sujetan con sus manitas.
Ilustraciones: Como he comentado
anteriormente, son sencillas, y con colores no demasiado chillones, pero a su
vez están cargadas de expresividad y animación. Además, cada imagen refleja lo
que vamos leyendo, por lo que como hemos estudiado, el código lingüístico y el
gráfico interactúan proporcionando una real experiencia artística, que al fin y
al cabo, es lo que pretendemos.
En general, si nos fijamos, destacan figuras y líneas
alargadas y curvas, como son el propio personaje, alargado y redondo, la
serpiente muy larga también, los arboles muy altos, o el arcoíris, tan largo
que ocupa dos páginas, sin aparecer apenas elementos secundarios más allá de
los propios personajes.


Además, las escenas suelen ocupar dos páginas a la par, por lo que le da muchísima amplitud a la imagen global. He observado en otros libros, como por ejemplo, “esta vaca ha puesto un huevo”, que a veces divide cada página en cuatro imágenes, quedando un poco apelotonado en mi opinión. Otro aspecto que me parece importantísimo destacar, es que se trata de ilustraciones nada estereotipadas, no sujetas a ningún cliché, que permiten dar rienda suelta a la imaginación del niño (y por qué no, a la nuestra también), evocándole sensaciones con las que crear su propia visión del mundo. Así Camila no es una cebra como cualquier otra, es Camila, con sus larguísimas “manos”, sus pequeños piececillos, y su silueta rechoncha. Una cigarra que usa sombrero, un pato que lleva zapatos, y una mamá cebra que usa mandil.
Tipografía: Como
bien sabemos, no nacemos viendo, sino con la capacidad de aprender a ver, y
esta maduración visual va unida a la evolución neuronal y motriz. Por
ello, la letra debe ajustarse a nuestros pequeños receptores. Teniendo en
cuenta que éstos se sitúan entre los 4 y 5 años, creo que tanto
el tamaño, como la tipografía elegida (no siendo escolar en exceso), son
adecuados, y facilitan la legibilidad del texto. Además, siempre se presentan
los renglones perfectamente alineados, a diferencia de otros textos, como por
ejemplo “enamorados”, donde a veces retuercen los renglones, haciéndolos
curvos, diagonales e incluso serpenteantes, que si bien puede ser más original,
en mi opinión hace mucho más difícil su legibilidad.
Los espacios entre caracteres, palabras y líneas son bajo
mi punto de vista correctos, equilibrados, aunque si pienso que hay páginas en
las que hay demasiados renglones y el texto es demasiado largo (16 renglones),
y puede resultar un tanto agobiante.
Algo que me ha parecido muy hábil, es el hecho de usar las
mayúsculas únicamente cuando citan números, consiguiendo enfatizar estas
palabras en concreto, consiguiendo captar la atención del receptor.
ANÁLISIS DE CONTENIDO
Tema: El tema
principal es el crecimiento, el paso de la infancia a una cierta conciencia del
tiempo, al descubrimiento del mundo y los problemas que conlleva. Esa
superación de la dependencia del adulto a la autonomía que nos permite
descubrir el mundo a través de nuestra propia experiencia personal.
Hay que tener en cuenta que los receptores de mi cuento son
niños de 4-5 años, los cuales se encuentren inmersos en el estadio
preoperacional que señalaba Piaget, (que abarca de los 2 a los 7). En esta
etapa se produce un adelanto extraordinario en la actividad
representacional y aparece la función simbólica, los niños y niñas utilizan
símbolos para representar objetos, lugares y personas, pueden retroceder y
avanzar en el tiempo. El pensamiento va más allá de los actos y los hechos
inmediatos. Así Camila va contando a cada personaje lo que le ha ocurrido en
tiempo pasado, al principio lógicamente es un pasado cercano, pero según se van
sucediendo los encuentros con los animales, llegamos al último donde el tiempo ya
no es tan cercano.
El elemento simbólico en este cuento podemos encontrarlo en
los tirantes y calzones (función simbólica), pues Camila ha crecido, y le
entorpecen en su exploración, y experimentación del mundo.
El niño evoluciona en la conquista de su autonomía. Así
Camila tiene esa cierta autonomía de la madre, que se queda en la casita. Este
detalle es importante: Camila sale sola al exterior, y es ella junto a los
animales que se encuentra quien resuelve el problema, y no su madre
(autonomía). Y es precisamente en esa parte del cuento, en el encuentro con los
otros animales donde podemos identificar esa expresión e integración social,
ese saber comunicar, ese interés de los niños en jugar con los demás
que se produce en este estadio. (Proceso socialización).
Así podemos decir que los sentimientos, y su expresión,
(Camila esta triste, y así lo expresa a sus amiguitos), también forma parte de
la temática del texto.
El autoconcepto, su identidad, que dan forma a la
autoestima también están presentes en el texto. Si nos fijamos, al final del
cuento Camile le muestra orgullosa a su mama como ha conseguido de nuevo ser
listada, y se estira todo lo que puede para enseñarle a su madre que ha crecida
una cuarta. Dice literalmente “y se estiró mucho para lucirse aún más, y para
que su madre la viese bien (Camila está orgullosa de sí misma y
quiere compartirlo)
En cuanto a los temas secundarios podemos encontrar varios.
Lógicamente el de los animales, apareciendo distintos tipos que el pequeño
lector puede identificar, así como la solidaridad, el compañerismo,
la ayuda de los demás, pues Camila se vale de sus amigos para resolver su
problema. Dentro de esto, destacar las relaciones con sus iguales, sus amigos,
y con la madre.
Otro de los temas secundarios que me ha encantado es el
ingenio que usan entre todos para lograr que Camila vuelva a ser una cebrita
listada. Una serpiente que le presta un anillo, un caracol que le dibuja una
rayita de plata, un arcoíris que le da un remiendo azul, una araña que le teje
una puntilla, una cigarra que le da una cuerda de su violín…cosas que en el
maravilloso mundo imaginario de un niño son posibles.
También otro de los temas secundarios son los primeros
números, que como ya comenté en el apartado de la tipografía siempre aparecen
en mayúsculas para enfatizarlos y captar la atención del lector, en este caso
el niño. Además hay que darse cuenta que la aparición de los
números (que representan las lágrimas de Camila) siempre es correlativa hacia
atrás, 7, 6, 5, 4, 3 lágrimas… Esto es muy útil, porque hace que el niño capte
los números con un cierto orden, y una estructura lógica. Se trata de
hecho de una pequeña sucesión. Imaginemos, sería mucho más caótico
que aparecieran entre mezclados 5, 3, 1, 6, 7, 4., 2...lagrimas por ejemplo,
sin ningún orden. Además, son 7 lágrimas, y 7 amigos, y al final del cuento se muestra lo que cada uno de ellos le ha prestado :
Por último, también aparecen los colores, representados a
través de la aparición de la figura del arcoíris.
La estructura: La
estructura es encadenada, sencilla y lineal: planteamiento, nudo y desenlace,
que es la más adecuada para esta edad (4 años), pues como hemos estudiado,
acciones como los flash back y otras rupturas de la linealidad no son
recomendables para esta edad, si no a partir de los 8 o 9 años.
En el planteamiento se nos presenta a la protagonista
(Camila) y cuál es su problema (el viento a borrado sus rayas y ahora parece
una mula blanca); en el nudo narra lo que le va sucediendo a Camila (encuentro
con los animales) y sus aventuras buscando la solución al problema; y en el
desenlace nos cuenta como Camila muestra a su mama sus logros: ha conseguido de
nuevo ser listada, y además todo lo que ha crecido ¡ya no necesita calzones ni
tirantes!
La protagonista: El
protagonista es un animal (la cebra Camila) personificado, y es adecuado porque
el niño de 4-5 años puede identificarse fácilmente con él, que es de lo que se
trata. ¿Y por qué? Porque Camila hace, siente y habla como un niño de esa edad.
Bajo mi punto de vista, esto se consigue totalmente a
través del texto, pues Camila explora su entorno, entendiendo todo lo que
pasa a su alrededor partiendo de sí misma. Ella es el centro de todo lo que
ocurre (egocentrismo); experimenta a través del encuentro con los animales y
los objetos que éstos le van proporcionando, de la misma manera que el pequeño
lector de 4-5 años explora, experimenta, manipula objetos y se relaciona con
sus compañeros en su día día. Y no solo eso. Camila al perder las
rayas, siente miedo y pena y se echa a llorar, sentimientos que un niño de 4-5
años también experimenta en algunos momentos de su vida.
Como hemos hablado en clase, el personaje no debe estar
orientado a expresar enseñanzas explícitas o didácticas, si no que el personaje
debe adaptarse al niño, (en nuestro caso de 4-5 años), de tal forma que sea él
mismo el que aprenda conceptos y actitudes. Esto también lo podemos apreciar en
este texto, pues en ningún caso se habla de lo que está bien, o de lo que está
mal, de quien es bueno, o quien es malo.. De hecho, Camila pierde sus rayas por
el fuerte viento, a consecuencia de haber desobedecido a su mamá y no haberse
puesto sus calzones y sus tirantes, pero en ningún caso se hace hincapié en
esto, en absoluto, no se profundiza en el hecho de que Camila haya desobedecido
a su madre, ni que se escapara dejándola preocupada.
.Los demás personajes: En cuanto a éstos, son adecuados porque
representan roles conocidos para el niño. En la mamá cebra, el niño puede
identificar a su propia madre. El resto de personajes (la serpiente,
el caracol, el arcoíris, la araña, la cigarra, el pato) con las personas más
cercanas de su entorno con los que el niño se relaciona y juega y en los que
encuentra ayuda y apoyo, como pueden ser su maestro, sus compañeros de clase,
su abuelos..
Valores y contravalores: Uno de los valores que encontramos en el
libro son la tenacidad, pues Camila no ceja en su empeño de volver a ser una
cebra listada.
Camila tiene un carácter explorador, tiene curiosidades,
que la llevan a salir sola al campo porque quiere descubrir cosas, y jugar con
el viento. Esto creo que también son dos buenos valores.
Otro de los valores es la amistad, el compañerismo, pues es
a través de los amiguitos que va encontrando, como consigue su meta.
Otro valor es el amor, que vemos a través de Camila y su
madre. Camila vuelve a casa deseando abrazar a su mamá, y su madre muestra su
amor y preocupación por ello cuando le dice “¿dónde te habías metido que no te
encontraba?”, es decir, la estaba buscando, porque la quiere y siente su
ausencia.
Como contravalor, si es cierto que aparece uno muy claro, y
es que Camila es desobediente. No hace caso a su madre, y sale al campo sin sus
calzones y sin sus tirantes, como su madre siempre le decía, y a consecuencia
de eso el viento borra sus rayas de cebra. Pero como he aclarado anteriormente,
en el texto no se especifica que Camila se haya portado mal por eso, ni que sea
una cebra mala, ni siquiera que sea una cebra desobediente, o que le haya
pasado tal cosa por no hacer caso a su madre…O dicho de otro modo, no se juzga
la actitud de Camila.
Lenguaje: El
texto está escrito en un estilo tierno y original. Me ha encantado el comienzo,
que recuerda a los cuentos clásicos transportándonos a un país lejano: Camila
vive "donde se acaba el mundo, en el país donde da la vuelta el
viento...".
Utiliza constantemente juegos de preguntas y respuestas:
Otra rasgo muy característico son las reiteraciones, pues
constantemente se repite ese juego de pregunta respuesta (en 7 ocasiones, en
los 7 encuentros).
Como vemos en el ejemplo anterior, utiliza las rimas
apoyados en un tono poético, destacando las rimas consonantes.
Otros ejemplos son:
“Después se quedó pasmada mirando para un caracol,
que
asomaba los cuernos al sol”
“Camila siguió caminado,
con un anillo en la pata
y una rayita de plata”
Usa un vocabulario sencillo, de fácil comprensión para los
niños de 4-5 años, pero en mi opinión hay poca adjetivación (ajustada,
listada, pasmada y alguno más).
Los párrafos al principio del cuento son más pequeños,
sobre los 4 o 5 renglones, pero a medida que avanza el cuento, van aumentando,
siendo demasiado largos en alguna ocasión, bajo mi punto de vista, pues alguno
llega a alcanzar los 16 renglones, y creo que para un niño de 4-5 años puede
resultar cansado.
Conclusión: Tras este análisis, considero que
yo si utilizaría este libro para niños de 4-5 años en mi aula de educación
infantil. En primer lugar porque cumple con las características de un texto
literario: objetivo artístico, función poética, ficción, lenguaje simbólico,
género narrativo-poético.
Es un libro que físicamente resulta cómodo y de un tamaño
adecuado, cuyas ilustraciones me han encantado, ya que no son nada
estereotipadas, y reflejan claramente lo que explica el texto.
Considero que la letra, su estilo poco escolar, y su tamaño
son adecuados para mis alumnos de 4-5 años.
Otra de las razones por las que usaría este libro es por la
cantidad de temas que aborda cercanos a la realidad evolutiva de niños de 4-5
años. Desde el crecimiento, el descubrimiento del mundo y los problemas que
ello supone, el uso de elementos simbólicos, la conquista de la autonomía, los
sentimientos y su expresión…Hasta temas más secundarios como el ingenio, los
números y los colores.
Su estructura es sencilla y adecuada para estos niños:
planteamiento, nudo y desenlace, usando un lenguaje sencillo y comprensible
para ellos, con función poética, haciendo uso de rimas, repeticiones...
Una razón clave por la que lo elegiría es por su
personaje principal, Camila, con la que el niño de 4-5 años puede identificarse
muy fácilmente, ya que este hace, siente y habla como un niño, compartiendo sus
mismos intereses e inquietudes.
Además, el niño puede encontrar roles conocidos en el resto
de personajes como su madre, sus compañeros de juegos, su maestro…
Encontramos grandes valores como la tenacidad, la
curiosidad, la amistad, el amor…
Y por último, lo usaría porque no hay enseñanzas explicitas
o didácticas, si no que consigue que el personaje se adapte al niño, de tal forma
que sea él mismo el que aprenda conceptos y actitudes.
Apuntes Literatura Infantil Tema 1
Costance Kamii, Rheta Devries, (1995), La teoría de Piaget y la educación preescolar, visor libros (2007).







Perfecto, un gran trabajo.
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