jueves, 16 de abril de 2015

EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO


ADAPTACIÓN CUENTO "EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO"


  
En el país donde nacen los sueños, existía un niño que se sentía terriblemente triste y solo…Su nombre era Samwell, pero en la aldea todos le llamaban Sam…

Sam vivía con su tío Tod, pues sólo le tenía a él, y digamos que era un viejo avaro y gruñón, que siempre le obligaba a  hacer duros trabajos…Vamos, que le hacía la vida imposible…Tan imposible, que un día después de dar de comer a las gallinas, Sam decidió que debía emprender su camino y conocer todo aquello que había leído en sus libros…Al fin y al cabo era el país de los sueños ¿no?

Y así lo hizo…Sam se despidió de su tío, y partió hacía…bueno, en realidad no sabía muy bien hacia donde…Así que anduvo,  anduvo y anduvo durante horas, muchas horas...hasta que tal era su cansancio, que no tuvo más remedio que parar a descansar. Y mira por donde, allí había un gran árbol donde poder echarse una buena siesta...

Pasado un rato, algo lo despertó…

-¡¡¡¡¡¡¡GRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!

Sam se levantó de un salto, no podía creer lo que tenía ante sus ojos ¡Un feroz león que le miraba fijamente!! Sam se pellizco por si acaso era un sueño, pero no, era un león ¡vivito y coleando!
De repente, Sam se dio cuenta que no era un León normal, como los que había visto en sus libros... (Pues a decir verdad, en el país donde nacen los sueños no había leones...).En realidad era una criatura medio león, medio caballo. ¡Era enorme!

-Mi nombre es Eddard...¡¡GRRRRRRRR!!...Conozco tu tristeza, y sé que sueñas con riquezas ¡¡GRRRRRRR!! Si a este oso puedes vencer ¡todas ellas yo te daré! 

Y en ese momento apareció un oso gigantesco de la nada… Tan pronto como pudo, Sam alzó su fusil y derribó a tan terrible bestia de un disparo. A continuación la extraña criatura comenzó a hablar...

-Como valiente has sido, y me doy por servido,  riquezas te daré pero un pacto has de querer, ¡¡GGRRRRRRRR!!!!!

Sam, se sintió picado por la curiosidad… ¿riquezas? ¿Un pacto?

Así que ni corto ni perezoso preguntó a Eddard cual era aquel pacto, y éste respondió:

 -Un rey como yo parecerás, con esta piel de oso que te cubrirá, más nunca lavarte podrás, en los 7 años que durará.

-¿Eso es todo? Respondió Sam

-Hay algo más...En ningún sitio más de seis días permanecerás, así que de un lado a otro siempre vas a estar. A cambio, todas las monedas podrás tener, cuando mi nombre digas del revés.   

Sam pensó que aquello no era tan difícil…total, ni siquiera sabía ni a donde iba. ..Así que no pasar más de seis días en el mismo sitio no era algo que le preocupara demasiado...Así que aceptó el trato.
Sam tomó aquella piel de oso, y susurró en voz baja…Dradde...y ¡zas! Un puñado de monedas apareció en su mano.

Sam continuó su camino, cubierto por la piel de oso, y  mientras caminaba, pensaba que haría con tantas monedas y riquezas.
Pensó que compraría una casa como aquella en la que una vez vivió feliz junto a sus amorosos padres, compraría gallinas y cerdos como los que había en casa del tío Tod, compraría libros, muchos libros, y sobre todo, ayudaría a todos aquellos que lo necesitaran, pues ante todo, Sam era un niño muy bondadoso y de enorme corazón.

Al principio, todo era fantástico. Fue de aquí para allá, recorriendo sitios increíbles, sitios mágicos con los que siempre había soñado...Y además, como ayudaba a todo el que lo necesitaba, era muy querido allá donde iba. Esto colmaba de felicidad a Sam, pues tiempo atrás se había sentido muy solo... Ahora todo el mundo le quería...

Y así paso el primer año. Y el segundo…Y Sam nunca se cansaba de repetir Dradde…Dradde...Dradde…

Pero según pasaban los años, las cosas cada vez se hacían más difíciles…Sam estaba sucio, sucísimo, cada vez olía peor, y parecía de todo menos…menos Sam.

Era ya el cuarto año y Sam ya no se sentía tan feliz como al principio…Parecía un auténtico oso, pues su pelo, largo y desgreñado, se confundía  con la propia  piel de oso...
Sam estaba triste, todo el mundo le evitaba…Cada vez pasaba más tiempo solo, e incluso le era muy difícil ayudar a los demás.

Pero una fría noche de aquel cuarto año, harto de buscar en vano un sitio donde dormir, pues ningún posadero estaba dispuesto a dar alojamiento a un tipo con tal aspecto, decidió cobijarse en un pequeño establo que encontró en su camino.

Casi estaba a punto de quedarse dormido, cuando de repente escuchó un llanto cercano….Para su sorpresa, no estaba solo en aquel lugar. Allí, en medio de aquella oscuridad, había un anciano que estaba triste y desesperado...Este le contó que había perdido toda su fortuna y que temía por el futuro incierto de sus queridas hijas...

Sam, guiado por su bondad y buen corazón, ofreció tantas monedas como pudo al anciano…y éste, tan agradecido estaba, que a pesar de apenas ver el aspecto de Sam, le invitó a que lo acompañara a su casa, ofreciéndole la mano de cualquiera de sus dos hijas.

A la mañana siguiente, cuando llegaron a casa del anciano, las hijas se quedaron perplejas…La mayor salió huyendo despavorida, horrorizada con la idea de casarse con aquel hombre. En cambio Lena, la pequeña, que al igual que Sam, gozaba de una bondad inmensa, se ofreció a casarse con él.
Durante los seis días que Sam estuvo allí, ambos compartieron paseos, juegos, risas...y así, sin darse cuenta, se fueron enamorando…

Pero llegó el sexto día, y Sam debía marchar...Así que entrego la mitad de un anillo a Lena, y le dijo:

-Te entrego la mitad de este anillo en señal de mi amor. Dentro de tres años regresaré,  y si aún lo conservas será que me amas y serás mi esposa. Si para entonces te has deshecho de él, serás libre de casarte con quien desees. Y diciendo esto partió, dejando a Lena muy apenada...

Y así pasó el quinto año, el sexto, y por fin….el tan ansiado séptimo año.
Sam acudió al mismo sitio, a aquel árbol donde siete años atrás había firmado aquel pacto. Se sentó a esperar, y justo a la misma hora, en el mismo lugar, apareció  Eddard:

-¡¡¡Rayos y centellas!!!!! ¡¡¡GGRRRRRRR!!!! Has cumplido tu promesa, por lo tanto no tengo más remedio que devolverte tu aspecto…dijo entre dientes...

Y de repente tras una explosión de chispas, Sam recobró su aspecto...
- Gauauuuuuu ¡vuelvo a ser yo! Dijo emocionado.

Sam se agachó para dejar la piel de oso en el suelo, y cuando quiso levantar la mirada Eddard había desaparecido misteriosamente…
Inmediatamente después, sin perder tiempo, Sam comenzó a caminar en busca de su amada…caminó noche y día, pues se moría de amor por verla…

Una vez llegó allí, como era lógico, nadie le reconoció. Así que Sam decidió pasar desapercibido y llevarles la corriente...Le resultaba divertido. La hermana mayor quedó prendada de él enseguida, pero Lena, fiel a su amado, no mostró interés alguno.

Cuando llegó la hora de la cena, Sam colocó la mitad del anillo en la copa de Lena, y ésta, al verlo supo inmediatamente que Sam había regresado. La hermana, que en su día no supo ver más allá de la piel de oso,  se quedó muertita de la envidia...Así que  incapaz de soportarlo, decidió irse de vacaciones a la playa en el País de las maravillas, que no pillaba muy lejos, a visitar a su amiga Alicia.

Días después celebraron su boda con la mayor fiesta que jamás se había celebrado en todo el reino, y juntos vivieron felices para siempre…
Y aquí se acaba este cuento, como me lo contaron te lo cuento...


ANÁLISIS

A la hora de plantear mi adaptación del cuento “La piel de oso”, he tenido en cuenta la edad de los receptores, que sería de 5 a 6 años. Esto implica ser conscientes de la etapa de desarrollo cognoscitivo en la que se encuentran, y que, tal como hemos estudiado en el módulo docente, es la etapa del pensamiento intuitivo, caracteriza por:
-          Experimentar terrores personales normales.
-          Desarrolla el concepto de identidad individual y su autoestima.
-          Tiene una vida imaginativa rica y abundante, que le ayuda a entender lo real.
-          Ha desarrollado el concepto básico de la narración.
-          Desarrolla su capacidad de percepción selectiva y observación.
     Tiene un concepto de moralidad absoluto.

Además he tenido muy presente la función lúdica-pedagógica del cuento folclórico, sin dar enseñanzas explícitas ni moralizantes, pues el objetivo es que los pequeños disfruten del cuento, no de convertir el relato en un texto paraliterario. Se trata de que el niño decida libremente que es lo que el cuento le transmite, y no lo que nos transmite a nosotros vaya.

Tampoco he pretendido que el niño se identifique con el protagonista, pues hay que tener en cuenta que estos suelen ser mayores que ellos, y los ven como un ideal al que quieren parecerse cuando sean mayores.  

 ELEMENTOS CAMBIADOS

 He cambiado el comienzo del cuento y la situación del protagonista. Sam no vive con sus hermanos que le echan de casa porque son muy pobres (y por eso se va a la guerra). Yo he preferido decir que vive con su tío Tod, que es avaro, gruñón e insoportable, obligándole a hacer duros trabajos, y que por eso decide irse y conocer el mundo (Se corresponde con la figura de huérfano maltratado que  señala Propp. A partir de aquí se inicia el viaje iniciático). Sinceramente he cambiado esto porque creo que tiene más sentido. ¿Qué hermano mandaría a un niño a la guerra? Y aún más difícil es comprender esto para un niño de 5 años, que suele tener en un pedestal a sus hermanos mayores. Si bien es cierto que tampoco creo que sea algo esencial para la adaptación, pues tal y como hemos estudiado en el bloque docente, los niños se fijan en los detalles que le llaman la atención y no globaliza, y no hay que hay que obsesionarse con la absoluta comprensión del cuento.

También he cambiado la figura del diablo por la criatura mágica Eddard (medio León, medio Caballo) porque aquel tiene connotaciones religiosas que creo que no son necesarias. Otra de las razones por las que he cambiado esto es porque Eddard me permite introducir la figura del animal mágico (Propp), y más concretamente un león por sus rugidos, que deberemos interpretar al contar el cuento, convirtiéndose en un recurso para simular ruidos.

 Otro de los cambios que he realizado ha sido la forma en que Sam obtiene su riqueza. Partíamos de un suntuoso traje, de cuyo bolsillo salían monedas, y yo he preferido usar el recurso del conjuro: Sam debe repetir el nombre de Eddard al revés (Dradde), pues está dentro de las motivaciones de la etapa animista (Francisco Cubells). En esta línea, he introducido rimas para aportarle musicalidad y ritmo al cuento.

Respecto al final no lo he querido cambiar demasiado, por lo que no he suprimido la desaparición de la hermana. Creo que tal y como explican las teorías de Bettelheim no hay que alejar al receptor de las crudezas de la realidad. Y en este cuento, el final no solo se resume al final feliz de los enamorados, si no que el suicidio de la hermana (su desaparición) también es algo importante con su significado. No creo que una buena adaptación se limite a decir que el príncipe regresa y fueron felices para siempre. ¿Y la hermana? Es algo importante el hecho de que ahora está atormentada, porque no supo ver más allá de sus narices, y tiene tal tormento que la desesperación la lleva a este trágico final. Yo he intentado adaptarlo dándole un toque de humor, diciendo que no puede soportarlo y se va de vacaciones huyendo, pero el hecho en sí, que es transmitir la frustración de ésta, es el mismo y yo he pretendido respetarlo.

ELEMENTOS QUE HE MANTENIDO

En cuanto a estos, en primer lugar he mantenido la la figura del héroe con un destino fijo hacia el cual camina. Comienza desde un hecho extraordinario desde el que se desarrolla la narración y es ayudado por un ser sobrenatural con poder mágico.

También he mantenido los motivos principales:
-tesoro oculto (las monedas).
-viaje y búsqueda (viaje iniciático, que le lleva a obtención de riquezas).
-fuga (huida de peligros, en este caso la explotación de su tío Tod).
-búsqueda del amor (el amor verdadero entre Sam y Lena).

Por otro lado,  he mantenido la estructura tipo: fechoría inicial (planteamiento), acción del héroe (nudo), desenlace feliz (triunfo del amor: reencuentro entre Sam y Lena)

Así mismo también he mantenido la cronología del cuento, siendo lineal, con relación de causa-efecto. En este sentido, he mantenido las fórmulas de entrada y salida al cuento para situar la narración, pero he usado otras variantes: “En el país donde nacen los sueños…” “Y aquí se acaba este cuento, y como me lo contaron te lo cuento...”

Por supuesto he mantenido la prueba inicial, derribar al oso, y la prueba posterior, el pacto de estar 7 años sin lavarse, cuya superación representan la vida adulta.


También he respetado el matrimonio como final feliz, que simboliza  haber superado las pruebas, haber alcanzado la vida adulta, encontrar un compañero y crear un nuevo núcleo familiar.

Por último decir que  he querido seguir transmitiendo la bondad que desprende el niño protagonista,  y en definitiva, la magia y emoción del cuento folclórico que nos describe el paso de la infancia a la edad adulta, estimulando la fantasía y la imaginación del niño. 

BLIBLIOGRAFÍA
Bloquedocente literatura infantil.
Propp V. (1928).Morfología del cuento. Editorial Fundamentos.
Bettelheim B. (1994). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona.

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