REFLEXIÓN FINAL 

A decir verdad, el primer día de clase fui un poco incrédula con este método de aprendizaje que nos planteó Irune, es decir, a través del blog. A la primera de cambio pensé que se trataría de más y más trabajos de los que al final, como todos sabemos, acabas plagiando la mitad. Y en este momento, sentada frente al ordenador haciendo esta reflexión, puedo decir que para mi sorpresa ha sido la asignatura que más me ha aportado hasta ahora.

Y por una razón muy sencilla: cada una de nosotras ha dado una parte de sí misma en cada blog, en cada aportación…y esto hoy en día no es cosa sencilla...Nuestra creación propia, (sí, esto mismo que estoy escribiendo y que me está haciendo pensar mucho más que cualquier otra cosa), activar nuestro pensamiento, aportar nuestras ideas, darnos la oportunidad de equivocarnos…al fin y al cabo, como nos dijo un profesor (que muchas recordaréis), aceptar el reto de ser tú mismo…

Otra de las cosas que quería comentar, es el increíble nivel que ha habido…Obviamente me ha sido imposible leer todos los blogs, pero muchos de los que he tenido la oportunidad de leer me han parecido de una calidad excepcional.

Personalmente, esta asignatura ha sido más bien un descubrimiento. Sí, eso es, un verdadero descubrimiento. Mi nula experiencia, puesto que mi trabajo no tiene nada que ver con este mundo, hacía que desconociera por completo infinidad de aspectos relativos a la literatura infantil…El bloque 1 me transmitió algo muy simple, y que aunque me da un poco de vergüenza admitir creo que esta reflexión lo merece.. No sabía que existiera literatura infantil como tal. Entendía los cuentos infantiles como algo “fácilito” para que los niños aprendieran a leer. Pero esa dimensión de leer un cuento para disfrutarlo en sí mismo, tal y como hacemos los adultos, sin ninguna razón más que su derecho a gozar, a desplegar su imaginario, me ha calado hondo. A contar cuentos sin moralizar, sin aleccionar, sin interpretarlos por ellos, sin exigirles nada a cambio…

Este bloque también me ha permitido ser consciente de la responsabilidad que tenemos como maestras de ofrecer a nuestros niños una literatura de calidad, seleccionando según las bases teóricas que hemos trabajado (ilustraciones, estructura, el rol de los personajes, tipografía, figuras retóricas…) los libros más adecuados para nuestros alumnos teniendo en cuenta su momento evolutivo, sus intereses, sus gustos...

Y llegó el bloque 2…y con él un mundo maravilloso de magia y folclore. Veis, otra cuestión muy básica, hasta ahora no era consciente del increíble valor del cuento folclórico. De su valor cultural, que ha pasado de boca en boca a lo largo de los siglos. Nunca me había planteado que existieran cuentos para adultos, cuentos que en algún lugar y en algún tiempo lejano eran contados en familia alrededor de una lumbre. Que cosa tan maravillosa, tan mágica… y que pena que la hayamos perdido… aunque gracias a personas como Irune, que nos dio la oportunidad de tele transportarnos a un pasado remoto el día que nos contó el cuento, podemos como futuras maestras comenzar a darle a este tipo de cuentos el lugar que se merece, y además, su correcta utilización…Me viene a la cabeza la frase “los cuentos folclóricos son para eso, para contarlos… “, que simple, pero a la vez que gran enseñanza…

Con el bloque 3 los papeles se invirtieron. Ahora nosotras fuimos “Irune” por un día como quien dice. Unas leímos, otras narraron, otras contaron...pero todas experimentamos en primera persona la importancia de un ritmo adecuado, de una pausa, de la vocalización, de una entonación natural, de un gesto, de una mirada...

Esta actividad me permitió darme cuenta de la necesidad de leer, de trabajar un texto previamente a utilizarlo con  los niños. Antes subestimaba esta idea, y es una pena que hables con gente que lo sigue viendo así (pero si son 4 páginas, ¿qué te vas a preparar? ¿Si solo son dibujos?), y que al fin y al cabo, por qué no decirlo, no ven más allá de sus narices.

He comenzado esta reflexión hablando de creación propia, y eso es precisamente lo que trabajamos en el bloque 4. He conocido un amplísimo abanico de estrategias, que permiten crear literatura adaptada a  ellos, algunas tan divertidas como las que nos propone Gianni Rodari, el binomio fantástico y la hipótesis absurda...A ir más allá de la rima forzada, a atrevernos a inventar, y sobre todo a hacerlo conjuntamente con nuestros alumnos.

Y como no podía ser de otra manera, si nos proponemos una literatura de calidad para nuestros niños, es imprescindible ubicarla en un espacio: la biblioteca del aula. Un espacio educativo acogedor, original, divertido, que llame la atención de los niños y les invite a acercarse, a curiosear. Por eso, como maestras, es nuestra labor crear este rincón a conciencia, no al azar, con un material educativo seleccionado y estudiado. Y sobre todo, saber hacer uso de este espacio, porque al fin y al cabo, de nada sirve tener un espacio si no hacemos uso de él. Como ya dije en la actividad 5, es una lástima que en algunas escuelas la biblioteca siga siendo en muchos aspectos un espacio decorativo y poco funcional.

No quería terminar esta reflexión sin mencionar el duro trabajo que ha supuesto la elaboración del blog y todas las actividades, al que hemos dedicado muchas horas, pero de cuyo resultado me siento orgullosa, pues ha sido cien por cien un trabajo personal…y creo que eso siempre es un valor añadido.

Que mejor prueba del aprendizaje, que la relativa facilidad que me ha supuesto hacer esta reflexión, pues al principio pensé que me costaría mucho más, y en cambio no han parado de venirme a la cabeza pensamientos e ideas, que fíjate por donde, están ahí, en mi mente,  sin haberlos memorizado, sin haber hecho ningún examen.. En definitiva, que hoy por fin puedo hablar de aprendizaje significativo.

Carmen Martínez